sábado, 5 de septiembre de 2009
Dar a Luz en Conciencia
Para plantearnos poder Parir en Conciencia y responsablemente. Porque ser responsable es responder con lo mejor que tenemos ante la situación que estamos. Y porque para elegir hay que conocer, estar informado, osea, formado interiormente. Hoy, en Argentina, mas del 70 % de las mujeres sanas terminan en cesárea innecesaria. Es un libro sobre cómo gestamos la realidad en la que vivimos. Sobre cuan creadores somos de nosotros mismos y de nuestro entorno. Sobre la responsabilidad que nuestros hijos necesitan que tengamos. Con nosotros mismos, con ellos y hasta para con el mundo que estamos viviendo y formando, dejando ser y crecer (también para ellos…) Empezando por la gestación y el parto como ejemplos de nuestro ESTAR ahí, disponibles, permeables, Presente…Como padres y hasta como personas humanas sensibles. Es para que reconozcamos la enorme posibilidad y derecho natural de parir desde la mujer que somos. Como experiencia, aprendizaje y hasta como afirmación de nuestro poder y nuestra sexualidad. Es sobre el nacimiento de nuestros niños como momento tan importante, ùnico. La bienvenida que tengan en el Mundo gesta un sentir inconsciente, creador de emociones, que a su vez posibilita hechos y hasta la disposición y la actitud frente a esos hechos... Es sobre la crianza como modo de auto transformación y conciencia. La valoración de haber sido elegidos como padres, y por último, la impresionante certeza de cómo lo que nos ocurre en cada momento es generado por nosotros mismos. Para algo. Lo que estamos necesitando aprender. Además, leyes reales que nos circundan y nos permiten parir y nacer en libertad. Y ¡ojo! acciones médicas que sumadas sin querer queriendo nos llevan a la cesárea innecesaria. Màs un super Dvd contando mi historia real de partos caseros, naturales y responsables, “respondiendo a la necesidad y el respeto íntimo que yo necesitaba conmigo misma. Y un modo para aprender a desarrollar y recordar el Amor propio y de conexión, QUE TODAS Y TODOS NECESITAMOS PARA CORRER MENOS Y VIVIR EN MAYOR PAZ INTERIOR Y ALEGRÌA.
Este libro es una denuncia que quiere despertar “conciencias”. La tarea de escribirlo la he dedicado a todas aquellas mujeres que han sufrido en sus partos y el nacimiento de sus hijos las injusticias socio culturales y profesionales que todavía reinan a su alrededor. Y lo dedico a todas aquellas que todavía pueden evitar que les suceda. No pretendo señalar que esta tarea que me he propuesto solucione el Gran Conflicto ni que El Conflicto exista sólo en estos órdenes. Estamos en una época en la que el Mal disfrazado de Inconsciencia y Distracción ha tomado espacios y arraigado en nuestras vidas de manera muy grande y muy fuerte. Y yo creo, tengo Fe en El Plan Espiritual que nos sostiene (el cual abarca al mal y lo contiene, en parte hasta lo guía y permite. Dejándolo siempre descubierto ante nuestros ojos, al alcance de nuestras manos, para que hagamos por detenerlo, en nosotros está el hacer cada uno según su propia voluntad y conciencia lo que quede a su propio alcance a favor del bien… ).
Esta situación Real que atravesamos nos pide a gritos que volvamos a nosotros mismos!!!
Que retrocedamos sobre nuestros pasos dados en el día antes de dormirnos!!! Que bajemos los decibeles de nuestra velocidad y nos miremos sinceramente.
Que despertemos a ver con ojos inocentes y nuevos a nuestro alrededor.
Y que desde este lugar único que cada uno tiene y ocupa en la vida, en el mundo y sobre todo, en la relación humana con cada uno de nuestros congéneres “Podamos revertir, poner luz y concientizar aquella tarea para la que hemos venido.”
El sistema no funciona, es cierto, es caduco y está inventado para alegría de unos pocos. Pero nosotros tampoco funcionamos adecuadamente dentro suyo, no ponemos nuestro granito humano. Cuanta burocracia permitimos sin tener en cuenta a quien tenemos delante. Estoy cansada de encontrarme personas que no cumplen con su parte y complican, retrasan, invalidan los tiempos y las posibilidades del otro. La falta de sentido común, el desperdicio, la basura, la contaminación emocional. Y “los jueguitos”, miles de personas se están acostumbrando a tratar “con lo que no cumplen” y creen saber como obligarlos a funcionar con una artimaña tal o cual.
No podemos ser normales, naturales, no podemos confiar en quienes nos circundan. Realmente queremos estar en un mundo así?
El sistema es caduco. Pero está relleno por seres humanos, nosotros somos el engranaje principal. Policías, jueces, psicólogos, abogados, políticos, médicos, empresarios, productores, comerciantes, etc. Personas que nos cobran o nos venden cosas sólo para negociar “sin mirar si eso contribuye o deteriora el mundo, el ambiente y la vida” “Hasta la suya propia”.
No existe una piedra que podamos arrojar tan lejos como para que no caiga sobre nuestra propia cabeza.
Y estamos rodeados e interconectados todo el tiempo unos con otros, no vivimos de modo independiente. Necesitamos cosas y tareas que fueron o deben ser realizadas por otros. Y es agotador encontrar una tras otra vez personas que no están ahí haciendo lo requerido, sino que están imbuídos en otros asuntos, stressados, decepcionados, agotados…
Somos iguales adentro que afuera, un “reflejo fiel de nuestro planeta casa” al que hemos depredado, al que estamos devastando sin parar. El sistema ha decaído y sólo se sostiene para su propio beneficio inhumano. Y esta degradación que nos inunda viene a traernos algo. Un presente. Aquí y ahora. Algo bueno. Sí!!!
El regalo de mostrarnos que así no podemos seguir. Cada uno sabe en qué cosas puede profundizar su compromiso, su buena intención, su contribución y su bienestar. Empezando por si mismo, luego en el hogar, en lo familiar y en su entorno cercano. Y hasta si trabaja en su propia alegría está creando una transformación, es un regalo enorme que repercute en todos los demás.
No es malo dejar de creer en el mundo, en los medios de comunicación, dejar de buscar soluciones y apoyos en lo que nos rodea. No es malo si eso nos empuja al encuentro con nosotros mismos. Nos empuja a buscarnos y a confiar, nos obliga a fortalecernos y reconstruirnos y a unirnos para construir desde donde estemos y elijamos “Un Mundo Mejor”.
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